El Comunicado a la presidencia de la Liga Profesional de Fútbol de Primera División, es lapidario, determinante que de llevarse a cabo lo que señalan, el balompié hondureño entra en fase crítica.

El panorama planteado solo tiene un punto de referencia, dinero en cantidades suficientes para montar un efectivo protocolo de Bioseguridad que garantice la salud de los jugadores, cuerpo técnico y administrativos que deben tener presencia, obligatoria, para que se realice un torneo, oficial.

Se incluyen, además, a los oficiales, árbitros, comisarios y personal que maneja las instalaciones en donde se jugarán los encuentros.

El asunto no es fácil, todo debe estar enmarcado en una planificación en donde no debe fallar el más mínimo detalle del protocolo.

Se dice hay un grupo de doctores que son parte de los diez equipos y quienes con criterio propio por lo doméstico más lo internacional que recomienda FIFA y viendo el ejemplo de Costa Rica, es posible,de tener los recursos económicos, vital para ello, se pueda implementar en el torneo doméstico en un par de meses.

Tropicalizar un sistema de bioseguridad, no es comida de trompudo. El asunto es que en Honduras tenemos una población indiciplinada, un sector de ella con ideas de oposición cuyos líderes les hace creer el COVID19 es una mentira creada por la maquinaria gubernamental para sustraer fondos de manera aviesa.

Se maneja al interior de la Liga Profesional, la necesidad de generar 60 millones de lempiras para poder activar el balompié. No es dinero para mañana, es para ayer. El recurso económico, dinero, debe estar a disposición para pagar, hay que entender que en esta época que vivimos dar fiado es correr el riesgo de nunca cobrar.

El ambiente, es incierto. FENAFUTH debe preocuparse por las eliminatorias internacionales, la que deja dinero son los partidos por la eliminatoria mundialista Qatar 2022, en esta oportunidad.

Si a nadie le importa eso entonces: ADIOS FUTBOL.