El fútbol hondureño debe llegarse a la conclusión es definitivamente pobre. Aunque usted no lo crea, los equipos no tienen liquidez económica para poder arrancar la pre temporada.

Costa Rica, por ejemplo, terminó su torneo, como campeón Saprissa quien venció a dos partidos a Alajuela.

Los dirigentes a renglón seguido se reunieron y determinaron arrancar el Apertura el 16 de agosto, con un nuevo formato de competencia.

Los ticos tienen algo que acá está en los cuernos de la luna,, un apoyo decidido de la empresa privada, más la vigilancia del protocolo de bio seguridad de parte de la Secretaría de Salud.

El fútbol de Honduras tiene quizás lo mejor, el recurso humano. El biotipo del futbolista catracho es de primera, lo han certificado expertos en la materia que nos han llegado de Europa.

Los fundamentos del fútbol los muchachos los vienen conociendo cuando por determinadas circunstancias llegan a la primera división. Aunque no es lo deseable los entrenadores deben iniciar un proceso de conocimientos en los tres factores básicos: físicos, técnicos y tácticos.

Es allí donde el entrenador debe distraer su tiempo, que debe estar enmarcado esencialmente en lo táctico porque lo demás, el futbolista, debe traerlo de los fundamentos que trae de abajo. El asunto es que los niños forman parte de equipos en las ligas menores porque los padres de familia contribuyen con sus propios recursos.

Como no hay suficiente dinero, uno de ellos se convierte en el entrenador, de manera empírica y con base a lo que ha visto es quien se encarga de dirigir.

Si el Comité Ejecutivo de la Federación tuviera verdaderos planes de ligas menores entrenadores de primer nivel con salarios acorde a sus conocimientos, las cosas podrían ser mejores, con buena producción de valores.

Hay que regresar al origen del comentario nuestro fútbol es pobre. Tan pobre que la categoría profesional no puede generar 60 millones de lempiras, para un protocolo de bioseguridad debido al COVID19, en los entrenamientos y partidos oficiales. Asi como tener el dinero para pago de hoteles, transporte, arbitraje, oficiales, alquiler de estadios, policía.

Esa pobreza nos puede dejar al final, fuera de la posibilidad de poder ir a otro mundial, ahora en Qatar. La situación es grave y de urgente solución.

Por Jesús Velez Banegas