Redacción | miércoles 27/03/19

Cuenta la historia que en nuestro país, se dieron épocas de procesos electivos para presidente de la república a lo que se le conoció como: “elecciones estilo Honduras”.

En son de burla, quienes tenían el control manifestaban que todo estaba ganado y que lo único que faltaba era el proceso eleccionario. Por esos tiempos, se dice las firmas de las actas ratificaban lo que ya se sabía de antemano el triunfo del oficialismo.

Eso mismo acaba de suceder, en pleno siglo XXI en nuestro país, cuando ante la vista y paciencia de mundo y Raymundo se violentó el precepto constitucional de elegir y se electo.

El asunto es que se antepuso que todo estaba avalado por FIFA y CONCACAF. Todo eso la voz populi lo calificó como algo fuera del contexto ético. El tema poco importó a quienes se creen dueños del fútbol, por la delegación de la sinrazón y que solo tiene un final, el fracaso.

Quienes están al frente del Comité Ejecutivo de FENAFUTH vienen en el organismo desde hace doce años, cuando Rafael Leonardo Callejas gobernó a su gusto y antojo el popular deporte, lo que heredo a Alfredo Hawit a quien le entró a su torrente sanguíneo el deseo de poder, escalando hasta FIFA, a través de UNCAF Y CONCACAF. Parece que en la actualidad la repetición de esa historia se está viviendo y es un hecho cíclico.

Fue una escalada, en aquel momento, de dirigentes ambiciosos en su mayoría de CONMEBOL y CONCACAF, los que fueron capturados como vulgares delincuentes que terminaron siendo enchachados hasta llegar a centros de detención. Algunos murieron y con ello burlaron la justicia terrenal, otros están a la espera de sus sentencias, todo por querer ser más listos que los demás. La mentira tiene patas cortas. Todo lo anterior tuvo su génesis, un proceso electoral al estilo de Honduras. La historia podría repetirse y quienes hoy gozan por haber logrado el poder, violentando todos los principios, al final pueden terminar aterrizando, y feo.