La Máquina ha vuelto a confirmar una temporada desastrosa, donde volvió a ser eliminado de los juegos de postemporada y no se ve un horizonte claro en los objetivos a corto y largo plazo para los aurinegros.

La eliminación prematura del Real España es digna de determinar y analizar exhaustivamente. No es de hoy lo que ocurre dentro de uno de los clubes más grandes de la zona norte y del país.

Con la derrota de La Máquina en Tegucigalpa ayer ante Olimpia, solamente se terminó de corroborar una temporada fastidiosa, mala y preocupante. Digna de cuestionarse muy seriamente la realidad de esta eliminación prematura para los aurinegros.

Con apenas 13 puntos sumados en 13 partidos disputados, la Máquina firmó una de sus peores temporadas en la historia. Terminó cuarto en su grupo, solamente arriba del Honduras Progreso, que suma 7 puntos en el Apertura 2020.

La situación de Real España es una situación preocupante, no un suceso aislado. Las métricas y objetivos del club deben ser analizados integralmente con el fin de salvar a una institución que se ha visto aún más afectada ante la crisis que vive el mundo por la pandemia.

El fútbol debe ser la razón principal para volver a competir por los torneos locales para Real España. La verdad es que este cuadro se ha venido pintando desde hace años y el trabajo ahora queda en manos de los directivos y planeadores del club, que debe volver a representar dignamente a San Pedro Sula.