A esta altura nadie duda que Cristiano Ronaldo ha llegado tan lejos en el deporte por su determinación. Se ha convertido en uno de los mejores futbolistas de su época gracias a su ética de trabajo, mentalidad ganadora y disciplina en la preparación para cada temporada.

En tiempos en los que la pandemia de coronavirus azota al mundo, con la incertidumbre y los problemas físicos que eso generó en muchos atletas, CR7 vuelve a mostrar de que está hecho.

Cristiano pasó gran parte de su confinamiento en Isla de Madeira (Portugal), su ciudad natal. Hasta allí se trasladó el 9 de marzo para visitar a su madre Dolores Aveiro –que había sufrido un accidente cerebrovascular– y terminó quedándose dos meses por el avance del COVID-19.

Se preparó físicamente en su casa en Funchal para no sentir la inactividad y, según revela Tuttosport, regresó más rápido y más fuerte que lo que estaba en marzo.

“Sí, Cristiano es más fuerte porque las pruebas de fuerza con las máquinas han proporcionado datos ligeramente más altos que los de marzo”, informa el diario italiano. El delantero luso mostró varias veces en las redes sociales que como trabajaba incansablemente en su gimnasio para no perder forma.

Desde Tuttosport argumentan que la inactividad pudo ser positiva para CR7 porque entrenó a tope y evitó durante mucho tiempo el desgaste típico de los partidos, donde recibe golpes y hace movimientos mucho más bruscos:

“Técnicamente, de hecho, Ronaldo pasó tres meses entrenando sin jugar, algo ideal para cultivar su cuerpo sin los microtraumas que casi siempre involucra un partido.”