El partido más esperado para los futboleros alrededor del mundo terminó en una catástrofe, para empezar, terminó sin goles para ambos y para rematar, dejó cerca de 12 heridos en los aledaños al Camp Nou.

Llevábamos años sin presenciar un clásico sin goles, con oportunidades que no engloban un partido de índole mundial en el que el Real Madrid fue más que el Barcelona.

El partido se jugó con la emoción de la que nunca carece, millones de aficionados soñaban con tener uno de los clásicos más emocionantes de los últimos.

El primer tiempo fue muy equilibrado, ambos equipos se jugaron todo en 45 minutos, ambos equipos se dieron la oportunidad de salir a atacar y anotar en su favor. Barcelona arrancó muy bien, los primeros minutos los dominó jugó de forma espectacular, hasta que el Real Madrid se paró en un cesped que conoce y le gusta.

Los de la capital española supieron contrarrestar al equipo local, hasta que tuvieron el completo dominio del partido. Un par de jugadar polémicas, como un penalti claro a Varane, pudieron significar la diferencia, pero el VAR no se interpuso cuando más se le esperaba.

Después de eso, hay que hablar de Fede Valverde, el uruguayo, que fue entrenado por Fabián Coito en las inferiores de la selección, se jugó un partidazo, tanto así, que marcó todos y cada uno de los tiempos del partido.

El primer tiempo se fue sin goles, a pesar de ser lo mejor que ofreció el partido en su totalidad. El segundo tiempo fue lento, después de Fede, los dos equipos se dedicaron a defender y a mantener un resultado que jugó con los sentimientos de los aficionados más que un clásico de este nivel.

Las jugadas más claras las tuvo el Real Madrid, los tres tiros de Valverde, el gol que saca en la línea Piqué, el penalti que no le marcan a Varane y el gol anulado a Bale. Pero del otro lado estaba Messi.

El Barcelona tuvo todas sus oportunidades a raíz del astro argentino, que puso más de una bola que pudo significar la diferencia y tuvo el gol en una jugada que raramente falla.

Después de eso, el Clásico se quedó en nada, de un todo, y lo único que nos deja en la memoria como futboleros, son los 12 heridos que salieron después del altercado en las afueras del Camp Nou, triste pero cierto.

Al final ambos equipos se van "satisfechos" porque no perdieron, pero los millones de aficionados empiezan a perder la fé de un partido de lujo, que dejaba más goles que cualquier otra cosa y queda en un 0-0 después de 17 años en partidos oficiales.