Seis años de regresión futbolística
Los años pasan y la selección nacional no nos ofrece nada fuera de lo común, ¿hay una explicación lógica para comprender esta difícil situación?
22 Jun 2019. 11:45 AM
Redacción | Inter FM | sábado 22/06/19
La situación del fútbol hondureño está en un punto en el que no había estado hace años, los tiempos en los que participaba como favorito por los títulos en los que participaban, parece que se alejan y por consiguiente, se pierde la emoción que la misma ofrecía a un pueblo hondureño golpeado que ya no puede confiar ni en los once hombres que patean el balón de fútbol.
Honduras ha tenido procesos maravillosos, donde han habido jugadores de mucho nivel, como ser Amado Guevara, Danilo Turcios, Carlos Pavón, Noel Valladares, Julio Cesar de León. Hoy en día, no se puede hablar de calidad en la materia prima de la selección, Honduras cuenta con muchos legionarios, eso si, pero la mayoría juegan en ligas que no están en un nivel deportivo diferente. Las exigencias son casi las mismas y por ende, el futbolista no crece en su andar futbolístico.
El proceso, si se pudiese llamar proceso, de ahora es un problema que viene desde la cabeza, la Federación Nacional de Fútbol de Honduras. Mucho se ha hablado de la tardanza de elegir un entrenador para un equipo que anduvo sin rumbo por más de un año. Fabián Coito llegó a un equipo sin nada que ofrecer, por lo que tuvo que recurrir a dos viejos conocidos de la bicolor, Maynor Figueroa y Emilio Izaguirre, cuyo proceso en el fútbol ha sido maravilloso en los momentos más lujosos de la selección.
De ahí en adelante, Coito tuvo que conocer las capacidades de cada uno de los jugadores que llamó, con errores desde que divulgó la lista de seleccionados para la Copa Oro. Alejandro Reyes por sobre Kévin López parece un insulto al jugador motaguense, y también nos deja que pensar, que la denominada "argolla" sigue estando presente en la federación.
Quioto en el celular dentro de un camerino en el que debería estar concentrado para el partido que inicia en cuestión de minutos, el problema de los jugadores hondureños es que creen haber logrado algo en sus vidas y su conformismo los lleva a tener estos resultados, los jugadores nunca son los culpables y ellos lo saben, pero en este caso, la actitud pudo haber servido de mucho para un equipo sin una estrategia definida o un rumbo claro a seguir.
El proceso de Coito inició con el pie izquierdo, y como dice un dicho popular, lo que mal comienza, mal termina, las sensaciones del pueblo y aficionado hondureño son de temor. No saben que pasará con una selección que ha perdido toda la poca confianza que nos dejaron los que antecedieron a un técnico que estaba en fila para ser el sucesor de Oscar Washington Tabárez en la selección de Uruguay.
Honduras, en seis años ha logrado lo que nadie esperaba, en Copa Oro, no conocer la victoria en 10 partidos consecutivos, desde el 2013 venciendo a Costa Rica con un gol de Andy Najar. En la eliminatoria, teniendo en términos generales, un mal desempeño, que encontró algo parecido al buen fútbol en los últimos partidos ante Panamá, Costa Rica y México. La situación es preocupante, muchas cosas deben decidirse en definitiva desde este momento, Coito debe tener mejores opciones en cuánto a lo deportivo y no tener el asesor que le dice que jugadores poner o no poner en la selección.
Y los jugadores deben aprender a sentir la camiseta de su país, como lo hacían los que antecedieron su participación. El fútbol en la nueva era es de mucha técnica, si, también la estrategia es vital para un buen funcionamiento, si, pero la falta de enjundia y agallas en el futbolista podrían contrarrestar todo eso, si tan siquiera entendieran esto los futbolistas, otra gallo cantara en estos momentos decepcionantes para el pueblo hondureño, que ahora perdieron lo que les quedaba de emoción.