El presidente estadounidense, que ha llegado a Israel de visita, anunció que pedirá “un paquete sin precedentes” de apoyo para el ejército israelí. En esa línea, destacó el despliegue de dos portaaviones estadounidenses en la región.

Biden aseguró que la prioridad es la liberación de los rehenes secuestrados por Hamas, en su visita a Israel durante la que ha reafirmado el firme apoyo de Washington al Estado judío, con una promesa de un paquete de asistencia militar.

“No nos mantendremos al margen sin hacer nada”, dijo Biden, tras un repaso del brutal ataque terrorista de Hamas, al que comparó con los yihadistas del Estado Islámico. “No puedo hablar públicamente de todos los detalles, pero no hay otra prioridad más alta que la liberación de los rehenes”, aseguró.

El mandatario también se refirió a las víctimas de la explosión en un hospital de Gaza, expresando su dolor por la muerte de civiles, y reiteró que en base a la información que recibió esta jornada, se trató de un misil fallido de terroristas palestinos, y no de un ataque israelí.

Por su parte, el gobierno israelí aclaró que no permitirá ayuda humanitaria desde su territorio mientras no se devuelva a los rehenes, pero “no frustrará los suministros humanitarios procedentes de Egipto siempre que se trate únicamente de alimentos, agua y medicinas para la población civil”, con la advertencia de que “cualquier suministro que llegue a Hamás será frustrado”.

En tanto, Biden advirtió a los israelíes de que no se dejen cegar por la rabia tras el atentado más mortífero de su historia, advirtiendo de que Estados Unidos cometió errores tras el 11 de septiembre. “Les advierto que aunque sientan esa rabia, no se dejen consumir por ella. Tras el 11-S, en Estados Unidos estábamos enfurecidos. Aunque buscamos justicia y obtuvimos justicia, también cometimos errores”, dijo.

Según expuso, la guerra refuerza su “determinación” para la solución de dos Estados, la postura histórica de Washington para el conflicto entre Israel y Palestina.