Mississippi, Estados Unidos | CNN | Jueves 8/8/2019

Cuando terminaron las redadas de inmigración sin precedentes, solo quedaron los niños.

Algunos sollozaron desconsolados. “Dejen que mis padres sean libres”, gritó una niña. “Necesito a mi papá. Él no es un delincuente”. Otros se aferraban a sus mochilas en un primer día de escuela que probablemente nunca olvidarán.

La última descarga en la postura de línea dura de la administración de Donald Trump contra la inmigración llegó el miércoles en siete plantas procesadoras de alimentos de Mississippi. Los funcionarios de inmigración lo describieron como el operativo más grande en un lugar de trabajo en un solo estado en la historia de Estados Unidos.

En total, unos 680 inmigrantes indocumentados fueron detenidos en seis ciudades, dejando a amigos, vecinos y, en algunos casos, extraños para cuidar temporalmente a los niños que no sabían si volverían a ver a sus padres, según WJTV, afiliada de CNN.

Para el jueves, alrededor de 270 inmigrantes detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) fueron liberados después de que se les ordenó comparecer ante los tribunales federales, según un portavoz de la agencia. Unos 30 fueron liberados en las plantas poco después de las redadas, incluidas las madres embarazadas que amamantan.

Un estacionamiento cerca de una planta en Morton se convirtió en un área improvisada para las personas que esperaban recibir noticias de sus seres queridos que habían visto por última vez cuando salían a trabajar por la mañana.

Fuente: CNN en Español