La Casa Blanca informó que el presidente Donald Trump expresó su profunda preocupación tras el ataque aéreo israelí en Doha, Qatar, dirigido a líderes de Hamás. La portavoz Karoline Leavitt calificó el incidente como una “situación desafortunada” y enfatizó que golpear a un país soberano y aliado no contribuye a los objetivos estratégicos conjuntos de Israel o Estados Unidos.

Según Leavitt, el gobierno estadounidense fue informado anticipadamente por las fuerzas militares del ataque, lo que llevó a Trump a ordenar al enviado especial Steve Witkoff notificar al gobierno de Qatar. Además, Trump sostuvo conversaciones telefónicas con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y con el emir Tamim bin Hamad Al‑Thani de Qatar, asegurando que no se repetiría un episodio similar.

Aunque la eliminación de Hamás sigue siendo una prioridad, Leavitt apuntó que afectar territorio qatarí va en contra de los intereses comunes. Este suceso genera preocupación sobre la estabilidad regional y el trabajo de mediación que tiene a Qatar como actor clave.