El Real Madrid ha logrado una gran victoria en Bérgamo a pesar de las importantes y relevantes bajas en el partido de ida de los octavos de UEFA Champions League ante Atalanta.

Un extraño partido es el que se vio esta tarde en Italia, con polémica como suele suceder, bajas sensibles que hacían que el duelo fuera más parejo y una sucesión de eventos puntuales que determinaron el resultado final.

El primer punto focal del partido fue la polémica expulsión tempranera del contra Freuler apenas al minuto 17 del partido. Esto fue clave para que el partido se desenvolviera en favor de los merengues, que dominaron el balón durante todo el partido y sin contingencias en defensa ante un Atalanta con los 10 defendiendo.

Pero el equipo italiano aplicó el reconocido Catenaccio y defendió excelentemente el resultado 0-0 que sonaba bien dada las circunstancias que se presentaron tras la expulsión.

El Real Madrid no tenía un plantel extenso y tuvo que recurrir a variantes impensadas dentro del contexto que representa la UEFA Champions League. Entre esos encontró a los jovenes Arribas, Hugo Duro y Mariano en el plantel como recambio ante la monotonía del juego que planteó el equipo blanco sin sus estrellas principales.

El equipo fue lo que es y ha sido esta temporada, un equipo cuadrado y que por momentos sale la genialidad de su constelación de estrellas. Esta vez fue Ferland Mendy, el lateral izquierdo, que definió el partido con un derechazo (pierna débil) al 86', que finalmente dio la victoria al equipo español.

Este resultado es un sueño dentro de las circunstancias que se presentaron, ya que no estaba Benzema, Sergio Ramos y Carvajal de sus titulares, además de Valverde, Marcelo, Odriozola, Hazard y otros.

El 0-1 le da la ventaja al equipo blanco de recuperar a sus piezas claves o a algunas por lo menos para la vuelta, que es dentro de 20 días a partir de hoy. El Atalanta deberá reponerse como visitante, cosa que no es imposible ante este Madrid, que ya ha perdido como local en esta edición de Champions.