El Viejo León no se cansa de hacer historia para el fútbol de Honduras y Centroamérica y ayer fue prueba viva de otro gran hito para los libros del Olimpia en el fútbol.

El equipo albo, pese a enfrentarse al último bicampeón del fútbol mexicano, demostró de lo que es capaz de hacer una vez más a nivel de los mejores clubes de la Concacaf, en esta ocasión lo hizo frente al Atlas en el estadio Olímpico de San Pedro Sula.

La gran noche blanca iniciaría con pie derecho tras el primer gol del partido anotado en una gran jugada colectiva por Kévin López. Pero el VAR marcaría un penalti claro por mano de José García en el área, y Julio Furch anotaría el empate para los mexicanos, que por el momento era buen negocio.

Pero la segunda mitad del albo fue majestuosa. Buen fútbol, táctica ejemplar y definición letal fueron las claves del equipo capitalino, que vapuleó a un Atlas que nunca supo como reaccionar y se pudo llevar más goles en la bolsa.

Un partido estupendo de Jórge Álvarez, con dos asistencias, y la gran estrella de la noche, Jorge Benguché, fueron la base para que los albos se impusieran con categoría 4-1 y se llevaran esa diferencia clave para el partido de vuelta del próximo martes.

El conjunto albo puede presumir de su grandeza en todos los niveles. Campeón nacional, campeón de Liga Concacaf y ahora compitiendo en lo más alto de la confederación y demostrando que es capáz de hacer las cosas que nadie cree o puede.

La vuelta de los octavos de final se define en el estadio Jalisco de Guadalajara el próximo martes 14 de marzo.