El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, finalmente se pronunció en público dos días después de su derrota ante Luiz Inácio Lula da Silva en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. En su mensaje, que duró apenas unos pocos minutos, dijo que seguirá cumpliendo la Constitución del país, pero no concedió directamente la victoria.

"Mientras sea presidente de la república y ciudadano continuaré cumpliendo todos los mandatos de nuestra Constitución", dijo Bolsonaro sin felicitar a Lula da Silva, quien ganó con el 50,9% de los votos sobre el 49,1% que obtuvo el actual mandatario. Justamente, el extenso silencio de Bolsonaro había despertado temores de que no cooperara con una transferencia del poder.

El presidente electo recibió la mayor cantidad de votos en la historia de Brasil: más de 60 millones, rompiendo su propio récord de 2006 por casi dos millones, según el recuento final del Tribunal Superior Electoral de Brasil.

Hablando desde el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial del presidente, Bolsonaro también lanzó un comentario a sus opositores: "Siempre fui rotulado como antidemocrático, pero al contrario de lo que dicen mis acusadores siempre jugué dentro de las líneas de la Constitución. Nunca censuré a los medios ni a las redes sociales".

El mensaje de Bolsonaro además hizo mucho por calmar a sus seguidores, quienes en medio de protestas han causado estragos en las carreteras del país desde el domingo en una muestra de rechazo a la victoria de Lula da Silva. El actual presidente sostuvo que "los movimientos populares actuales son el resultado de la indignación y un sentimiento de injusticia por cómo se llevó a cabo el proceso electoral".

Y añadió: "Las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas. Pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda, que siempre han perjudicado a la población, como la invasión de bienes, la destrucción del patrimonio y la restricción del derecho de ir y venir".

Bolsonaro concluyó su discurso diciendo que "es un honor ser el líder de millones de brasileños que defienden como yo la libertad económica, la libertad religiosa, la libertad de opinión, la honestidad y los colores verdes y amarillos de nuestra bandera".