Los hermanos Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli Linares fueron detenidos este lunes en Guatemala, ante una solicitud de extradición a Estados Unidos, donde son requeridos por un caso de presunta conspiración para cometer lavado de dinero.

La Policía Nacional Civil de Guatemala informó que fueron capturados poco antes de mediodía, en el aeropuerto La Aurora, en momentos en que se disponían a abordar un vuelo privado y humanitario.

A ambos se les venía realizando “trabajo de vigilancia y seguimiento desde el 30 de junio del presente año, teniendo información clasificada que el día de hoy [lunes] estarían saliendo del país”.

“Estas personas al ser identificadas se les notifica una orden de captura provisional con fines de extradición de fecha 3 de julio del presente año, por conspiración para cometer lavado de dinero implicando una actividad específica según el código de los Estados Unidos, según la orden del Juzgado Pluripersonal de Primera Instancia Penal Narco Actividad y Delitos Contra El Ambiente de Turno Guatemala”, informó la Policía en una nota compartida por su vocero Edwin Monroy.

Ricardo Alberto, de 40 años de edad, y Luis Enrique, de 38, portaban pasaportes que los acreditaban como miembros del Parlamento Centroamericano (Parlacen), cuya sede está en Guatemala, y dijeron tener nacionalidad italiana-panameña. También llevaban cuatro celulares y dinero en efectivo.

En Panamá, Ricardo Alberto y Luis Enrique son requeridos como imputados en los casos Odebrecht y New Business, ambas investigaciones relacionadas al pago de sobornos de contratistas del Estado, durante el mandato de su padre. El expresidente también es investigado por las coimas de Odebrecht, pero no ha sido indagado porque presentó una incapacidad y una recusación contra las fiscales que llevan la causa.

El Segundo Tribunal Superior de Justicia concedió fianzas para evitar la detención de los hermanos Martinelli Linares, en suelo panameño. Por Odebrecht, la fianza es de $5 millones cada uno; por New Business, de $2 millones.

Hace dos semanas, Luis Enrique había solicitado permiso a Panamá para regresar al país, con su esposa e hijas, en un vuelo privado.