El ridículo europeo llegó en el partido que menos se esperaba de estos cuartos de final atípicos de la UEFA Champions League disputados en Lisboa. Fue en el duelo entre semejantes, históricos y únicos campeones del torneo que sucedió lo inimaginable para muchos y lo sobrepensado para otros.

El Bayern Munich desnudó al Barcelona, desde lo deportivo hasta lo moral. Una goleada histórica de 2-8 en favor de los alemanes echó por la puerta de atras a un malo, vulnerable, desanimado y triste Barcelona del torneo más importante de Europa en cuartos de final del torneo, otra vez.

Lo que es una realidad de hace años viene a ser confirmado este día en Lisboa, en el estadio Da Luz se terminó de apagar la 'luz' de lo que quedaba de un Barcelona eterno y ganador. Una historia podría comenzar a escribirse a partir de hoy en Barcelona, la refundación de un equipo grande de Europa o la negligencia de querer seguir en lo mismo.

El Bayern Munich es un firme contendiente al título, como lo suele ser en Europa, con un juego espectacular que ha dejado sin palabras como lo hacía hace unos años el mismo Barcelona. Los bávaros fueron el mejor equipo, que cargó con el peso del juego y con la intensidad requerida para convertirse en semifinalista del torneo.

Un proyecto funcional que ya ha visto resultados en sus títulos domésticos es el Bayern, que ya tiene en sus vitrinas los trofeos de Liga y Copa alemana y que busca el triplete que no ha logrado nadie en la historia más que el Barcelona e Inter. El Bayern sueña en lograrlo, pero más que soñarlo, hace lo necesario para enlistarse entre esos privilegiados del fútbol.

La historia del Barcelona es relativamente a la caída de un imperio que dominó el fútbol por muchos años pero que hoy se confirmó que ya no es una realidad. Una increíble caída con goleada en Roma fue un llamado de emergencia, la goleada y eliminación en semifinales contra Liverpool fue una desgracia sin precedentes y la histórica y humillante goleada ante Bayern en Lisboa es el fin de una era. 'Tienen que cambiar todo, yo me ofrezco a irme y que venga sangre nueva, esto es un desastre' expresó Gerard Piqué, defensor central del Barcelona.

Este año no existe maquillaje para una mala temporada, quizá las de los años anteriores a este desde el 2015 fueron malas pero con títulos obtenidos, pero este año es el primer año de la era Lionel Messi que el equipo catalán se marcha de una temporada con las manos vacías. Las palabras sobran cuando lo que un equipo tan grande como Barcelona vive en carne propia. Muchas preguntas y pocas respuestas hasta ahora. El ridículo más grande en la historia del Barcelona se viene repitiendo desde el 2016.