Guatemala vive elecciones presidenciales este domingo
Los guatemaltecos se acercan a las urnas con mucha incertidumbre tras los últimos acontecimientos en el 2015, sacando del poder al presidente en función, Otto Pérez Molina.
16 Jun 2019. 03:03 PM
Guatemala | Inter FM | domingo 16/06/19
La revolución ciudadana de 2015 insufló a la joven democracia guatemalteca un aire de renovación. Las manifestaciones pacíficas en una de las regiones más convulsas del mundo propiciaron el encarcelamiento de un presidente, Otto Pérez Molina y la llegada al poder de un humorista, Jimmy Morales.
Prometió que cumpliría con los reclamos de la mayor parte de la población. Cuatro años después, aquel sueño se evaporó y el horizonte, a tenor de las elecciones de este domingo, no parece nada halagueño.
Los guatemaltecos votan para elegir a un presidente, un vicepresidente, 160 diputados al Congreso, 20 diputados al Parlamento Centroamericano y la renovación de las corporaciones de los 340 municipios del país. Por encima de los grandilocuentes números está un desafío mayúsculo para el próximo mandatario: atajar la corrupción o ahondar en el debilitamiento de una fragil democracia.
Las noticias de los últimos días llenan de incertidumbre la votación de este domingo. Dos altos cargos del Tribunal Electoral estarán ausentes: uno pidió una licencia de 15 días, aduciendo motivos de salud; otro, el jefe de la Fiscalía contra Delitos Electorales, Óscar Schaad, abandonó el país junto a su familia tras denunciar amenazas de muerte.
Ninguno de los candidatos con posibilidades de victoria ha dado visos de querer abanderar un proyecto nuevo. La única que lo planteó, la exfiscal Thelma Aldana, no ha podido concurrir a las elecciones, después de que se anulara, con mucha controversia, su candidatura.
El último año ha sido muy convulso en el país centroamericano. A finales de agosto del año pasado, Jimmy Morales anunciaba que no renovaría el mandataro de la Comisión Iternacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el organismo de la ONU que combate a la corrupción y que se había convertido en un referente y envidia no solo para Centroamérica; también en México, el propio López Obrador, antes de lograr la presidencia, insinuó la posibilidad de crear un organismo similar.
Morales tomó la dexisión acorralado por los señalamientos de corrupción y con un proceso de desafueron en su contra promovido por la Fiscalía y la CICIF, que lo acusaban de financiamiento electoral ilícito cuando ejercía como secretario general del partido que lo llevó al poder.
Dentro del esquema tradicional donde se ubican los partidos que han manejado a Guatemala desde el fin de las dictaduras militares, todas las encuestas colocan a Sandra Torres como la candidata con más opciones de pasar a segunda vuelta, el 11 de agosto.
20 años en el ruedo político permiten a Giammattei ser uno de los políticos más conocidos. Juegan en su contra un escándalo ocurrido en 2006 cuando, siendo director del Sistema Penitenciario, ocurrió el asesinato de siete reos en la Granja Penal de Pavón, el centro carcelario más importante de Guatemala. La versión oficial reza que se trató de un enfrentamiento con reclusos que recibieron a la policía a balazos, pero investigaciones posteriores atribuyen el hecho a una campaña de limpieza social.
El diplomático Edmond Mulet, del partido Humanista, y el capitán del Ejército retirado, Estuardo Galdámez, del partido de Jimmy Morales, son otros de los candidatos que aspiran a disputarse con Torres la victoria definitiva. Sin embargo, todas las miradas están puestas las últimas semanas en Thelma Cabrera, una lideresa indígena cuyo crecimiento en los últimos días quieta el sueño a los sectores conservadores de una Guatemala machista y racista.
Cortesía: Diario EL PAÍS Guatemala