El Gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), propone cambios importantes al programa de visas H‑1B, ampliamente usado por empresas tecnológicas para contratar trabajadores extranjeros.

Los puntos clave de la propuesta son:

En lugar de un sorteo completamente aleatorio para asignar las visas cuando hay más postulantes que cupos, los solicitantes con salarios más altos y con mayor nivel de formación profesional tendrán más oportunidades (“más entradas” en el sorteo).

La idea es que los puestos mejor remunerados y más cualificados reprsenten la prioridad del programa, buscando atraer lo que el DHS llama los “mejores y más brillantes”.

También se pretende desalentar el uso de visas H‑1B para trabajos de bajo salario o que requieren menor especialización.

Estos cambios se enmarcan en una política migratoria más amplia bajo la administración del presidente Donald Trump, que incluye campañas de deportaciones masivas y medidas más estrictas hacia inmigrantes.