En el país sudamericano se han llevado a cabo los comicios presidenciales, y los dos principales candidatos continúan sin saber quien se hará carga de la silla presidencial del país. Carlos Mesa y Evo Morales, defienden sus posturas, a pesar de que han sucedido muchas cosas anormales que podrían haber marcado la diferencia en las mismas.

“Lo que ocurre en Bolivia es un fraude gigantesco para robar (evitar que se realice) la segunda vuelta”, dijo Mesa este lunes y advirtió que no reconocerá los resultados “de una elección que sea manejada de forma descaradamente fraudulenta”.

El día domingo, la transmisión de los resultados electorales se detuvo inexplicablemente, supuestamente por fallos del sistema, cuando parecía que las elecciones pasarían a una segunda vuelta en diciembre.

Pero cuando la página del Órgano Electoral Plurinacional de Bolivia recuperó la transmisión de datos se observó una contradicción en el conteo de votos, y según esa información oficial, la transmisión de las actas favorece al candidato Morales, mientras que el cómputo de votos favorece a Mesa.

Según el más reciente informe del Tribunal Supremo Electoral, Evo Morales tiene el 46,4% de los votos y Carlos Mesa, 37,07%, con el 95,63% de actas verificadas, lo que significa que hasta el momento existe una posibilidad de una segunda vuelta presidencial.

En las últimas horas, muchas personas han salido a las calles a manifestarse ante esta situación, ya que tras dos días de haberse llevado a cabo los comicios, el pueblo sudamericano sigue sin tener un presidente.

“Ganamos una vez más, son cuatro elecciones consecutivas que ganamos, es histórico e inédito”, dijo Morales en medio de una multitud que lo aplaudía. “Ellos (los opositores) se aplazaron, y nosotros seguimos con nuestro proceso de cambio, y vamos a seguir todavía”, dijo.