El exoficial de la Policía Nacional de Honduras, Mauricio Hernández Pineda, tiene su audiencia de sentencia este martes en un tribunal de Manhattan por cargos relacionados al tráfico de drogas.

La audiencia inició con el juez Kevin Castel informando sobre una carta que envió la defensa donde Pineda expresa que le esta enseñando español y asesorando a cristianos en prisión.

Pineda tomó la palabra y comenzó diciendo que ha sido objeto de varios oficiales con altos cargos en este gobierno. "He visto a gente quemarse con agua caliente, he visto a mis colegas asesinados brutalmente" expresó.

"Este país promueve los derechos humanos pero yo no lo he visto en mi caso. Me siento impotente. Cuando salga libre quiero comenzar una granja avícola para producir huevos en mi país" expresó.

La Fiscalía pidió una sentencia de 20 años de prisión al considerar a Hernández una persona que favoreció el tráfico de toneladas de drogas con protección.

"Pineda fue un oficial de alto mando de la Policía Nacional de Honduras, relacionado a 2 miembros de la conspiración. Mejora de obstrucción denegada. Rechazo cualquier mala fe en su aislamiento" explicó el juez Castel.

"Sentencio a Pineda a 180 meses de prisión después de los que seguramente será deportado" terminó explicando el juez Castel.

Hernández Pineda se declaró culpable de tráfico de drogas el pasado 2 de febrero ante la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York. La Fiscalía ha solicitado una pena de 20 años de prisión, mientras que su defensa ha pedido una sentencia de 15 años, destacando el arrepentimiento del exoficial por su participación en la conspiración de tráfico de cocaína desde Honduras hacia los Estados Unidos.

Dentro de la misma conspiración fueron acusados otros policías y políticos hondureños. Entre ellos destacan el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, su hermano Tony Hernández y el exdirector de la Policía, Juan Carlos Bonilla.