El juicio contra Juan Orlando Hernández comenzó este miércoles con los argumentos iniciales y la presentación de los primeros testigos en el juicio por narcotráfico y uso de armas de grueso calibre como parte de una conspiración a gran escala.

El primer testigo presentado por la Fiscalía correspondía a un contador, llamado José Sánchez, que habría asistido a reuniones importantes entre el acusado y varios narcotraficantes de algo calibre en Honduras hace muchos años atrás.

En el testimonio del contador, se habría mencionado sobre millonarios sobornos pagados por el narcotraficante hondureño convicto Geovanny Fuentez Ramírez, al acusado como también a dos expresidentes recientes de Honduras.

Los presidentes que habrían salido 'salpicados' en el juicio corresponden a José Manuel Zelaya Rosales y Porfirio Lobo Sosa. Según el testimonio se les habría entregado un soborno de 250,000 lempiras a cada uno como apoyo a su campaña electoral cuando presentaron su candidatura presidencial en 2005 y 2009 respectivamente.

Sánchez argumentó que se entregaron 250,000 lempiras de parte de la empresa Graneros Nacionales que dirigía un tal señor Jarufe, como préstamo para Geovanny Fuentes.

El fiscal consultó si alguién más había recibido un soborno a lo que Sánchez respondió tajantemente: "José Manuel Zelaya Rosales en 2005, el iba para presidente con el Partido Liberal, y Porfirio Lobo Sosa, Pepe, del 2005 al 2009".

También testificó que "Pepe Lobo iba a la presidencia otra vez. El recibía cheques mensuales de Graneros. 100,000 lempiras cada vez".

El juicio contra Juan Orlando Hernández mantiene en vilo a toda la clase política en Honduras y se esperan que resalten muchos más nombres en los próximos días en Nueva York.