Los misiles rusos arrasaron Kiev durante la hora pico del lunes por la mañana, matando a civiles y destruyendo infraestructura en los ataques más intensos en la capital desde que Rusia abandonó un intento de capturarla en las primeras semanas de la guerra.

En la capital ucraniana, los ataques se produjeron en el corazón del ajetreado centro de la ciudad.

Los peatones se apiñaron para refugiarse en la entrada de las estaciones de Metro y dentro de los estacionamientos.

Asimismo, fue bombardeado el Puente Glass, un puente para peatones y ciclistas. Según se ve en las imágenes de las cámaras de seguridad, en el momento del ataque en el puente había civiles.

Los medios locales informaron que los servicios de trenes de la línea roja del metro se habían detenido en Kiev y que todas las estaciones subterráneas ahora funcionaban como refugios.

La policía de la ciudad dijo que al menos cinco personas murieron y 12 resultaron heridas. En todo el país, el número de muertos aumentó a 11 y unas 64 personas también resultaron heridas durante el bombardeo, según el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania.

También se reportaron explosiones en Lviv, Ternopil y Zhytomyr en el oeste de Ucrania, Dnipro y Kremenchuk en el centro de Ucrania, Zaporizhzhia en el sur y Kharkiv en el este. Un testigo en la región rusa de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania, también escuchó una explosión en la zona fronteriza.

En un mensaje de video publicado en Telegram, el presidente Volodimir Zelensky dijo que las instalaciones energéticas y las personas de Ucrania eran los dos objetivos principales de Rusia. El presidente reiteró su llamado a los residentes a permanecer en los refugios.