El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se declaró inocente de los cargos de drogas el mismo día en que un notorio exjefe de policía de Honduras fue extraditado a los Estados Unidos, en una extraña confluencia de eventos que hablan del descenso del país a un narcoestado.

Ahora ambos bandos de este trascedental caso han comenzado a formar sus estrategias para el juicio que se celebrará seguramente el próximo año. Según el equipo de la Fiscalía se podrían utilizar los testimonios de algunos narcotraficantes convictos en Estados Unidos como Devis Rivera Maradiaga 'Cachiro', Geovanny Fuentes Ramírez o inclusive su propio hermano, Juan Antonio 'Tony' Hernández.

También se ha mencionado que podrían utilizar al ex director de la policía nacional, Juan Carlos 'Tigre' Bonilla, para utilizar su testimonio en contra del ex mandatario del país, que es acusado de delitos relacionados al narcotráfico y tráfico de armas.

Coincidentemente, la audiencia se realizó la misma mañana en que el exjefe de la Policía Nacional de Honduras, Juan Carlos Bonilla Valladares, mejor conocido como "El Tigre", fue extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos por drogas en la misma corte de Nueva York.

Los fiscales acusaron a Bonilla en 2020, alegando que usó su papel para facilitar el paso seguro de cocaína y proteger a "traficantes con conexiones políticas con las que se alineaba", incluido el presidente Hernández y su hermano, Tony, quien fue condenado por narcotráfico en 2019.

El expresidente hondureño fue extraditado a EE. UU. el 21 de abril. Su acusación y extradición coronaron una sorprendente caída de Hernández, quien alguna vez fue considerado un aliado de Estados Unidos en el narcotráfico.