El director ejecutivo de la empresa Inversiones Estratégicas de Honduras, Marco Bográn, finalmente ha renunciado a su cargo de la empresa tras los múltiples señalamientos que ha recibido de fraude y corrupción en el manejo de los fondos públicos nacionales para la gestión de la pandemia del COVID-19 en el país.

En medio de la turbulencia que se vive en el país por la ola de pacientes contagiados con el virus, el señor Bográn tuvo en su capacidad el manejo de los fondos públicos para invertir en salud y darle al pueblo hondureño una mejora considerable en el debilitado sistema de salud del país.

Entre tantos señalamientos que recibió el señor Bográn por la sociedad civil y el CNA, el Ministerio Público abrió una investigación contra el por los delitos de fraude, malversación de caudales públicos y abuso de autoridad. El 2 de julio deberá comparecer ante la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y ya lo ha hecho ante el Congreso Nacional a medias.

En medio del drama que vive la población por el brote incontenible de coronavirus, los hospitales adaptados para tratar pacientes se encuentran colapsados ya y el Sistema de Salud no logra tratar a todos los pacientes que llegan con síntomas graves del virus.

Los hospitales móviles, que tuvieron un costo de unos 47 millones de dólares (unos 1.153 millones de lempiras) que fueron gestionados por el señor Marco Bográn, no han llegado y la promesa de Bográn es que en las primeras semanas de julio deberán estar en el país, aunque no existan cláusulas ni contratos que dictaminen eso, solamente la buena fé de Bográn.

Mientras tanto la población hondureña tiene un Sistema de Salud colapsado, los hospitales móviles no han llegado, los que se instalaron no están funcionado por diversos problemas técnicos y la ola de pacientes con COVID-19 aumenta a diario en el país, especialmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula.

Hasta el día de ayer, el SINAGER confirmó 15.994 contagiados de coronavirus en todo el país, de los cuales han fallecido 471 personas. Los hospitales del país se encuentran hasta su máxima capacidad y los hospitales móviles urgen para poder atender la gran cantidad de pacientes que se avecina en el brote que ha afectado al país.

La gestión de la compra para estos hospitales móviles se realizó a finales del mes de marzo, por lo que han pasado tres meses desde que se adjudicaron los fondos para atender esta necesidad sanitaria. La respuesta de Bográn a este señalamiento fue excusándose y explicando que la adquisición de los hospitales fue un logro ya que se encontraban escasos en esa etapa de la pandemia en el mundo. Aún así, Honduras no cuenta con este equipo mobiliario y la población es la que sufre la desatención médica por el colapso de la misma.